OPINIÓN por Juan Marín.
Podríamos decir que los primeros compases en competición oficial ya han terminado para los dos entrenadores.
A estas alturas, uno ya se puede hacer una idea de los planes de un entrenador. De su estilo, a lo que quiere jugar, su dibujo, su táctica.
Es aquí donde entramos en la comparación con Fidel Martínez y José Pacheta. Existe una conexión bastante fluida entre el primer equipo y el filial del Elche CF. Si echamos la vista atrás y miramos las temporadas anteriores con Rubén Baraja, Alberto Toril, Vicente Mir o Josico, me doy cuenta de la sutil diferencia entre lo de antes y lo de ahora.
La temporada pasada, con tantos cambios de entrenadores y demás (tanto Elche como Ilicitano), faltaba una conexión entre ambos. El juego y el sistema de los dos equipos no era parecido ni de casualidad. Algo totalmente normal con el «baile de entrenadores».
Pero esta temporada, ha empezado distinta. Por primera vez en mucho tiempo, yo veo un estilo y una táctica muy definidos en ambos conjuntos.
Los dos equipos usan el dibujo de la 4-1-4-1, y los dos usan una táctica muy parecida. Un jugador más defensivo en el centro del campo para cerrar la subida de los laterales. Un único punta en ataque, uno o dos extremos dependiendo del partido; y un jugador que dirija al equipo.
Dejando a un lado la calidad y el nivel de cada jugador, si sólo nos fijamos en el rol de cada uno, vemos muy claras su similitudes.
Cristo García es un delantero muy del estilo de Sory Kaba. Lo pelea todo, va muy bien de espaldas a portería y siempre buscan el disparo a puerta.
Josan se trata de un extremo con rapidez, calidad y con un centro muy bueno. Un perfil que encaja con el de Juanjo Calvo.
Hugo Rodríguez e Iván ‘Cassano’ son los dos jugadores que lideran el juego del Ilicitano, al igual que hace Gonzalo Villar en el Elche CF. Neyder Lozano y Verdú están demostrando ser un fuerte muro en la defensa. Lo mismo ocurre con Emile Waita y Fran Martínez.
El Elche tiene a Tekio para el lateral derecho, un jugador luchador y con cabeza para subir al ataque. No dista mucho del lateral Óscar Gil, que ha empezado la temporada a un nivel muy alto.
Sí, quizás existe una diferencia, cuyo nombre es Nino. Con mis respetos al Ilicitano, pero Nino es un jugador único. Ahora bien, si hablamos de sentimiento por el Elche CF, sin duda alguna Jero Rocamora se lleva el primer puesto en el filial franjiverde.
Incluso las similitudes encajan con las propias estadísticas y sensaciones de los dos equipos. Ambos conjuntos están realizando muy buenos partidos, con muchas ocasiones de gol.
El Ilicitano mereció la victoria ante Villarreal ‘C’, Atlético Saguntino y Eldense. Partidos donde el equipo sufrió por falta de acierto. Contra el Atlético Saguntino podrían haber caido varios goles en el primer tiempo, y contra el Eldense se falla una triple ocasión.
Una situación parecida como el Elche ante el Mallorca con infinidad de ocasiones. O contra el Numancia, donde el equipo mereció mucho más y se fue con las manos vacías. Ante el Osasuna también pudimos ver a un equipo que no se arrugó pese a las circunstancias.
Además de todo lo anterior, los dos equipos coinciden en las zonas donde deben mejorar. No tienen problemas de defensa ni de creación de juego. Están llegando a portería rival, pero es verdad que falta puntería.
¿Adónde quiero ir a parar con todas estas similitudes? Pues que existe una sinergia entre primer equipo y filial, con vistas al futuro. Los jugadores del Ilicitano juegan, entrenan y trabajan con una dinámica parecida al primer equipo.
El objetivo está claro, entrenador a los jóvenes futbolistas para que su adaptación al equipo de Pacheta no sea tan difícil. Porque siempre es más fácil pasar de un sistema a otro si ambos son el mismo. Porque es más fácil adaptar tus movimientos a una táctica que ya conoces.
Esta labor no se estaba realizando en los últimos tres años, donde el Elche y el Ilicitano trabajaban cada uno a su manera, sin ningún tipo de conexión. Prueba de ello es cómo se ha tenido que adaptar Sory Kaba al primer equipo.
Reducir esta dificultad es la intención. Pero también tengo que decir que si a los chavales no se les da la oportunidad, de nada sirve que exista una conexión entre primer equipo y filial.
Porque desde el verano de 2015, sólo Primi y Sory Kaba han llegado al Elche CF; y en estos momentos sólo sigue el delantero.
Si este tipo de situaciones no cambia, el esfuerzo de adaptar los jugadores del Ilicitano a un sistema idéntico al Elche CF será en vano. Por lo menos, los dos entrenadores están trabajando para poder conseguirlo. Pero desde más arriba deben apoyar este tipo de esfuerzos.
Si al final saldrá bien o no, es una incógnita. Como dije en su día, y tomando la frase de una película famosa de ciencia ficción, «el futuro no está escrito. Nosotros forjamos nuestro propio destino». Toca esperar si los jugadores del Ilicitano forjarán el suyo en el Elche o en otro equipo.
