Los equipos de fútbol base han vuelto otra vez a una situación de hace unos meses, donde no podían realizar entrenamientos en un campo y les tocaba usar internet para solventar dicho problema.
La situación actual en la Comunidad Valenciana ha dejado en stand by a muchos equipos, que deben seguir trabajando para cuando regrese la competición.
Hemos querido saber de primera mano cómo son este tipo de sesiones de entrenamiento, y a qué dificultades se tienen que enfrentar los cuerpos técnicos para que los jugadores mantengan un nivel.
El entrenador Abraham García y el preparador físico Cristian Asensi nos dejaron asistir a una de estas sesiones, realizadas por un programa de reunión telemática. Su equipo es el Cadete ‘B’ del CD Alcoyano.
El cuerpo técnico convoca a los jugadores a una hora para que se conecten, y cada uno desde su casa, usan su móvil o su ordenador para conectarse. Todos van entrando a la sala, donde gracias a una webcam o a la misma cámara del móvil se puede ir supervisando la sesión.
“La finalidad de estas reuniones es que puedan verse entre ellos e interactuar. Los ejercicios individuales tienen más importancia”, nos comentó Cristian.
Mientras el preparador físico ejecuta la sesión, el míster realiza la tarea de vigilar que los jugadores hagan de forma correcta los ejercicios. Entre ambos, van ayudando o corrigiendo si un jugador no lo está haciendo bien.
Por supuesto, este tipo de sesiones son bastante limitadas en cuanto a los ejercicios a realizar. Pero al mismo tiempo, son indispensables para evitar posibles lesiones para cuando regresen al terreno de juego.
La sesión a la que asistimos consistió en ejercicios de recuperación activa y en trabajar el core. También son necesarios para complementarlos con los ejercicios individuales.
Estos ejercicios se mandan a cada jugador y deben realizarlos offline. Por supuesto, tienen que grabarse para demostrar que lo han realizado.
La combinación de ambas herramientas es imprescindible, según nos remarcó Cristian. Es importante que los jugadores mantengan la concentración a la hora de realizarlos, y no pierdan la motivación.
“Realizar sólo reuniones telemáticas, sin ejercicios individuales, no es lo más recomendado”, nos comentó el cuerpo técnico. Por eso mismo, combinan estas sesiones con otras offline. Además, el equipo no descarta aumentar las sesiones telemáticas conforme se acerque la fecha para reiniciar la competición.
Otro punto a remarcar es que el cuerpo técnico intenta coincidir estas reuniones telemáticas con los horarios de entrenamiento. Es decir, para no desajustar los hábitos de los jugadores, se intenta coincidir la hora de la sesión telemática con la que supuestamente deberían entrenar en el campo.
Este tipo de sesiones están siendo muy habituales en el mundo del fútbol base debido a la pandemia mundial. Ya ocurrió la temporada pasada, cuando los equipos todavía no sabían si iban a volver a las competiciones.
Lo más importante es evitar lesiones musculares, provocadas por la parada repentina de los partidos de fútbol. La ausencia de competitividad se nota, y la falta de tensión puede llegar a ser una causa de lesión.
La intención es que los jugadores estén en las mejores condiciones para cuando regresen los partidos de fútbol. Por desgracia, en este sentido existe mucha incertidumbre, como ya pasó en los meses de marzo y abril del 2020.
Por el momento, los equipos sólo pueden esperar a que la situación mejore y regresar lo antes posible a los terrenos de juego.
De mientras las nuevas tecnologías ayudan para seguir manteniendo las rutinas, y adelantar trabajo mostrando vídeos de ejercicios o movimientos.
Está claro que existen inconvenientes y son importantes, pero no queda otra que adaptarse a esta situación. Sería impensable poder realizar estas tareas hace 30 o 40 años, cuando la tecnología móvil no había avanzado tanto.
Lo que podemos hacer los demás es cumplir las medidas sanitarias para bajar la curva y evitar no sólo esta situación tan difícil para los clubes de fútbol base, sino también los fallecidos por esta terrible pandemia.
