Entrevistamos al entrenador del Alcoyano, Vicente Parras, que será el próximo rival del Ilicitano. El destino ha hecho coincidir un partido como este, donde el míster realizó dos temporadas formidables cuando entrenaba al Ilicitano.
P: Este año, comenzaste con el nuevo proyecto del Alcoyano. Vais líderes, con 43 puntos, ninguna derrota, sois el equipo con más goles a favor, el que menos goles encajados… mejor no podíais empezar.
R: Sí, un proyecto nuevo. Un proyecto con un objetivo importante y ambicioso. Sabíamos que nos iba a tocar estar fuertes en una competición difícil. Pero a partir del trabajo, del esfuerzo y de la humildad a la competición, estamos obteniendo muy buenos resultados.
P: En la plantilla del Alcoyano, hay bastante gente veterana, con mucha experiencia. José Juan, Jony Ñíguez, Óscar Díaz, Juli… Como te conocemos de tu etapa del Ilicitano, con los sub-23, ¿cambia mucho el estar entrenando a un grupo o a otro?
R: Sí, pero nosotros realmente tenemos una plantilla equilibrada. Tenemos gente con experiencia, gente más joven y gente intermedia. Eso nos está dando un buen equilibrio. En cuanto a trabajar con gente experimentada, después de salir del filial, tuve la oportunidad de trabajar con el primer equipo y en el Ontinyent. Trabajar con el filial no es lo mismo, pero bueno, con la profesionalidad de todo el mundo, se hace más fácil.
P: Viendo lo bien que está el equipo, en la pretemporada, ¿os habíais marcado este objetivo de ascender a Segunda División ‘B’, de regresar a dicha categoría?
R: Sí, totalmente. El objetivo del club a principio de la temporada era ascender. Lo que queremos es meternos en el ‘play-off’ para poder ascender. La mejor manera de conseguirlo es siendo campeón del grupo, porque así tienes una doble oportunidad. En la primera eliminatoria, que si ganas ya asciendes; y sino, pues en la repesca. Ese es nuestro objetivo, el ascenso.
P: Míster, comentabas antes que estuviste en el Ontinyent CF. Un club que tuvo un final muy amargo y seguro que fue un mal trago tanto para vosotros, el cuerpo técnico, como para la plantilla.
R: Sí, fue una situación muy triste. El fútbol modesto, el que está alejado de los focos, por desgracia ocurren situaciones como esta. Gente que se pone a dirigir una entidad sin tener conocimientos mínimos o los recursos mínimos para sacar las cosas adelante. Al final, estás jugando con las familias de los jugadores, del cuerpo técnico y de los trabajadores, todos profesionales. Es una pena porque allí en Ontinyent había una gran afición, un club con mucha historia. Esto pasa cuando personas no están capacitadas para llevar un club en una categoría tan exigente como la Segunda ‘B’.
P: Este domingo, os toca enfrentaros al Ilicitano. Al Elche CF, al primer equipo, ya lo tuviste delante cuando estabas en Segunda ‘B’. Pero al Ilicitano, no. Va a ser la primera vez que lo tengas delante.
R: Pues no lo había pensado, pero así es. Cuando estaba en el Ontinyent, tuve la oportunidad de tener delante al primer equipo. Son sensaciones encontradas porque aquí en Elche, me siento como en casa. Me dieron la opción de formarme y de entrenar a nivel profesional. Bueno, y en el Ilicitano hicimos dos temporadas fantásticas y maravillosas.
No ya sólo por la cantidad de jugadores que sacamos adelante hacia el fútbol profesional, sino por la metodología de trabajo que se instauró. Una exigencia que todavía perdura. Supongo que en los momentos antes del partido, será una sensación un tanto extraña de saludar a tantos amigos que todavía quedan allí. Pero cuando empiece el partido, cada uno mirará sus intereses.
P: No quedan muchos jugadores de los que tuviste contigo, pero si algunos. Satoca, Molina, Perujo, Alberto Rubio, Jero Rocamora, Óscar Gil, Rubén García, Kiko Pomares… ¿cómo te sientes al ver la progresión de estos jugadores?
R: Pues muy contento, claro que sí. A Satoca y a Alberto Rubio los tuve en Ontinyent, en Segunda ‘B’. Los ves mejorar, crecer y hacerse mayores. Con Molina, recuerdo que tuvo una participación más desigual, por el tema de lesiones y tal. Con Óscar Gil, qué te voy a decir. Lo llevamos nosotros en su último año de juvenil. Muy contento por la temporada que está teniendo.
P: ¿Cómo estás viendo el tema del fútbol base del Elche CF, desde la distancia?
R: Al final, es complicado. Trabajo en la base es complicado porque eres el filial y puede parecer que tienes unas condiciones óptimas para trabajar. Pero a veces ocurre que no dispones de todos los recursos necesarios para que todo el mundo pueda trabajar de forma óptima.
Además, la Tercera División es una categoría muy exigente para los jóvenes, que debes estar pendiente para que puedan progresar. Pero la realidad te dice que, o progresas rápido, o al final de temporada vas a sufrir. Muchas veces, el trabajo en el filial es difícil porque no cuentas con todos los medios, o estás supeditado a lo que diga el primer equipo. El entrenador del filial tiene que trabajar día a día, porque no sabe hasta el último momento de cuántos jugadores va a tener disponibles.
P: En el otro banquillo, vas a tener a Sergio Pelegrín. Casualidad también, un jugador que tuviste en la plantilla, cuando te tocó llevar el Elche CF tras la destitución de Alberto Toril. ¿Cómo va a ser ese duelo de entrenadores?
R: Va a ser una situación curiosa (risas). Sergio tuvo un comportamiento excepcional conmigo, cuando llegué al primer equipo. Él sufrió con aquella situación porque era el capitán. Junto con algún que otro buque insignia del equipo, los que más lo sufrieron. Ya no sólo en el aspecto profesional, sino también en lo personal.
Cuando se hizo cargo del Ilicitano, yo me alegré mucho por él. Porque es una persona muy trabajadora y muy preparado. Yo le deseo lo mejor. Nos daremos un abrazo al principio, pero luego ya, cada uno mirará a lo suyo.
