Por Juan Marín.
El central del Ilicitano ya se ejercita con el resto del grupo, tras ir mejorando de su lesión que le ha mantenido apartado de los terrenos de juego.
Aunque ha estado con el resto de sus compañeros, también ha realizado ejercicios en solitario. Pero es un primer paso para volver a los terrenos de juego.
Rubén García llegó este verano al Ilicitano, tras estar tres temporadas en equipos distintos. Ya estuvo en su momento, cuando el filial franjiverde estaba bajo el mando de Vicente Parras.
Fue cedido al San Fernando de Segunda División ‘B’, donde el Elche CF en aquel momento, no renovó su contrato, por lo que fichó en dicho equipo. Después, estuvo en el Córdoba ‘B’ y en el Talavera de la Reina, equipos de la misma categoría.
La vuelta de Rubén García se ha notado al proporcionar un jugador con más experiencia al eje de la zaga. Desde su llegada, ha acumulado muchos minutos, siendo uno de los hombres fijos de Sergio Pelegrín.
Más de 900 minutos a sus espaldas, que tan sólo fueron interrumpidos tras lesionarse en el partido ante el CD Eldense, en noviembre del año pasado. Desde entonces, el jugador ha estado en manos de Marcelo Peñaranda para su recuperación.
Todavía es pronto para aventurar cuándo podría volver a tener minutos con el Ilicitano, pero es algo positivo verle de nuevo en el grupo, y trabajar con el resto de sus compañeros.
De esta manera, Sergio Pelegrín podría recuperar en las próximas semanas a otro de sus jugadores lesionados. A principios de este año, Perujo se recuperó y volvió a su carril izquierdo.
Todavía quedan tres jugadores en la enfermería, piezas importantes en este Ilicitano: Kiko Pomares, Jero Rocamora e Iván ‘Cassano’.
Rubén García, en el rondo junto a César Moreno y Teddy.
