Queda «lejano» aquel comienzo de pretemporada con un Ilicitano totalmente nuevo y más jóven que la temporada anterior. El objetivo marcado parecía el de mantenerse y buscar un bloque bien sólido entre los más jóvenes para buscar el ascenso más adelante.
Así parecía en las primeras jornadas, donde el equipo se estaba asentando y la idea de Ángel Donato se estaba fraguando en aquel momento. Pero con el paso de los partidos y de las semanas, los cimientos de este equipo se fueron «secando» hasta convertirse en unos pilares bien sólidos.
El primer sistema del Ilicitano
El filial de ahora poco se parece al del inicio. Sí, tiene casi todos los mismos nombres y muchas similitudes. Pero también sus diferencias que se han sabido pulir y cambiar para crear un equipo competitivo y directo.
Las 3 primeras jornadas, el filial consiguió 3 victorias. Esto los situó a la cabeza de la clasificación. La calidad de sus jugadores inclinó la balanza ante Gandía, Jove Español y Patacona. El segundo fue el más complicado e igualado de los encuentros.
El Ilicitano sacó los 9 puntos de dichos encuentros con los goles distribuidos. Mendoza, Carbonell, Mati Barzic, Laguna e Iomar Vidal son los que anotaron en dichos encuentros. Sólo el último hizo dos goles.
Por aquel entonces, el esquema del filial reforzaba la zona medular con Rodri Mendoza, Javier Pamies, Marcos Montero y Adam Boayar. Los tres juveniles tuvieron un peso importante en estos primeros encuentros.
La mala racha del equipo
En la cuarta jornada, el Castellonense no pudo hacer nada ante el aluvión de goles (6 en total) que anotó el Ilicitano. Parecía que el equipo iba a estar bien arriba. El objetivo de pelear por un puesto de ‘play-off’ se estaba aclarando, dejando ya de lado el pelear por la permanencia.
Pero entonces vinieron el empate ante el Ahtletic Club de Torrellano y la derrota ante el Atzeneta. Dos partidos donde los franjiverdes no estuvieron nada cómodos y tuvieron sus primeros tropiezos.
Sin embargo el Ilicitano supo levantarse de aquellos momentos y desde aquella derrota en octubre del 2023, los franjiverdes sólo han conocido la victoria. Una racha de 11 victorias consecutivas que lo han colocado como uno de los mejores equipos de la Tercera RFEF, siendo líder destacado del Grupo VI con 12 puntos de ventaja con respecto al segundo clasificado.
Este momento fue clave para el equipo. Un punto de inflexión, un «evento canónico» como bien diría el Spiderman de Miguel O’Hara. El Ilicitano se levantó para convertise en ‘Invencible’.
Reinventarse o caer
Durante el mes de noviembre, el equipo mantuvo la 4-3-3 como esquema para seguir teniendo esa presión alta en campo rival (pasando más a una 4-2-4) y de paso intentando mantener el control del balón.
Pero como pasa en muchas ocasiones, el que mucho abarca poco aprieta. Ante el Atlético Levante, y con las ausencias de Rodri Mendoza, Javier Pamies y Adam Boayar por estar con el primer equipo, Donato cambió a la 5-2-3 para mejorar dos zonas sin desaprovechar todo lo que habían ganado.
Las bandas, que hasta la fecha se habían convertido en algo imprescindible en el Ilicitano, cobraban una mayor importancia con los dos carrileros en vez de laterales. Así, estos podían subir para ejercer mejor presión en campo rival junto con los 3 delanteros y los 2 mediocentros.
Por otro lado, la defensa de 3 centrales reforzaba dicha zona ante los balones en largo de los equipos rivales para superar la presión del Ilicitano.
Donato reforzaba su idea de ser fuertes «en las dos áreas». Tanto en defensa como en ataque, el Ilicitano se convirtió en todo un campeón. El centro del campo pasó a ser algo más secundario, aprovechando que los rivales estaban obligados a adelantar sus líneas para poder atacar la «muralla» del Ilicitano.
Contra los filiales del Levante y Villarreal funcionó a las mil maravillas. Bakary Traoré se convirtió en el tercer central, donde le costó un tiempo adaptarse al sistema. Pero el defensa no es un jugador de los que se rinde, sino que lo intenta y se esfuerza para mejorar hasta llegar a su mejor versión.
El ‘Tridente Franjiverde’, la diferencia de otras temporadas
La tripleta en ataque es algo que ha marcado la diferencia con temporadas pasadas. Ya no sólo es la gran cantidad de goles de Iomar Vidal (pichichi del grupo), sino el trabajo de todos ellos para lograr un equilibrio y una capacidad de ataque imposible de defender.
Rafa Núñez es el jugador que más asistencias ha dado en el equipo, junto con David Laguna. Jesús Hernández se ha sumado al carro goleador de Vidal. Adrián Gallego ha marcado un trabajo y esfuerzo brutales para que sus compañeros lo tuvieran más sencillo para anotar.
Hasta los juveniles Adam Boayar y Nordin Al Lal se han unido a este ‘tridente’ con la idea de robar el balón en campo rival y anotar mientras su defensa está descolocada.
Un sistema que no consiste en llevar el balón arriba a través de los pases, sino en conseguir el esférico mediante las ayudas y «ahogar» la salida del rival para así anotar.
Además, como «plan B» el Ilicitano cuenta con jugadores rápidos arriba. Núñez, Vidal, Hernández, Antonio ‘Pipa’, Pablo García, Adri González… todos tienen una gran velocidad para aprovechar los huecos que dejan las defensas del rival cuando se ven obligados a ir arriba.
El gol es la clave
Por supuesto, todo esto no podría suceder sin tener a dos delanteros con una gran capacidad goleadora. Todos los jugadores hacen su trabajo, y sin duda los 17 goles de Iomar Vidal y los 8 tantos de Jesús Hernández son primordiales en esta racha de victorias.
Pero cuidado con sólo fijarnos en ellos dos. El Ilicitano lleva 45 goles a su favor, así que existe una diferencia de 20 tantos repartidos entre los demás jugadores.
Rafa Núñez anotó 3 tantos, David Laguna otros 4, Pablo García y Javi Gómez vieron puerta en dos ocasiones cada uno, y también se han sumado Mati Barzic y Bakary Traoré a la hora de anotar un gol.
Todos los tantos suman, como los que anotaron Adrián Gallego, José Carlos Sempere, Adam Boayar, Rodri Mendoza, Iker Carbonell o Garvin Gachangi.
En los últimos partidos esta responsabilidad cae en los hombros de los dos goleadores (Vidal y Jesús), pero no se puede obviar que el Ilicitano es un equipo donde todos sus jugadores han generado ocasiones, han dado asistencias o han marcado algún gol.
Números descomunales en la primera vuelta
Con todo esto, estamos ante un Ilicitano que ha anotado 45 goles a su favor y sólo ha recibido 12 en contra. Para hacernos una idea, la temporada pasada tras finalizar la primera vuelta el equipo tenía 9 goles a su favor y 14 en contra.
Eso sí, habían menos partidos al tener menos equipos en el grupo. Si nos vamos a otra temporada anterior, con René Martínez en el banquillo, el equipo tenía 21 goles a favor y 17 en contra (esta temporada habían 19 equipos en el grupo).
La clara diferencia con respecto a las campañas pasadas en Tercera RFEF es la capacidad goleadora del equipo, y una mejora también en la defensa. Todo ello por la presencia de Jesús López, portero que ha estado presente en estas tres campañas y que ha ido mejorando cada vez más en cada una de ellas.
Por tanto, el filial franjiverde ha sumado en esta primera vuelta 15 victorias en total, 1 empate y 1 sola derrota. Son números de ascenso, sin lugar a dudas.
Pero ahora comienza la segunda vuelta, que va a ser mucho más difícil porque ahora todos los rivales saben que el Ilicitano es el equipo a batir y saldrán mucho más motivados ante el líder.
El Ilicitano deberá, no sólo mantener su nivel, sino también buscar la manera de seguir mejorando. Porque sus rivales también lo harán, y si el equipo no quiere complicarse en sus partidos, deberá buscar la manera de seguir hacia arriba para que no les alcancen.
