La FFCV y el GVA han ampliado las restricciones sanitarias para las competiciones territoriales. En principio, las competiciones se pararon hasta el 31 de enero.
Sin embargo, con el aumento de casos y de la incidencia en la Comunidad Valenciana por la COVID-19, obligó a las autoridades sanitarias a tomar cada vez más medidas para la población.
Desde el cierre de la hostelería hasta la implatación de un toque de queda nocturno. En el ámbito deportivo, ha supuesto alargar el parón de las competiciones. Estas medidas estarán hasta el 15 de febrero.
Debido al largo tiempo de inactividad, la FFCV ha optado por realizar una minipretemporada para que los equipos regresen de forma escalonada a las competiciones.
A partir del 15 de febrero, los equipos ya podrán entrenar, y lo harán durante dos semanas. De esta manera, se espera que los jugadores no caigan en lesiones musculares al volver de golpe a la exigencia de competir.
La parte negativa es que, por fechas, significa que las competiciones no regresarán hasta el mes de marzo. Por supuesto, estos plazos son temporales y pueden variar dependiendo de la situacion epidemiológica.
Esto quiere decir que la fecha mínima para volver a competir será el mes de marzo, pero no se descarta que se alargue si la situación de casos no mejora en la Comunidad Valenciana.
Los clubes de fútbol, en riesgo
Esta situación de incertidumbre y parón está también teniendo otro efecto colateral. Son ya varios clubes de la ciudad de Elche cuya situación va a peor, ya que sus ingresos dependen de la asistencia de aficionados o de los abonos vendidos.
Ejemplos son los equipos de la Regional Preferente del Grupo 6, pero no son los únicos. Los clubes de fútbol sala también se han visto afectados por esta difícil situación.
Al igual que los clubes con equipos en categorías de Cadete o Infantil autonómicos, las máximas para esas edades.
Sólo queda esperar y seguir pidiendo a la población que cumpla las medidas sanitarias para bajar la incidencia, y poder regresar a los campos de fútbol.
